Clarins da un paso más en su compromiso con la sostenibilidad. El grupo francés de belleza, con más de siete décadas de historia, ha obtenido la certificación B Corp™ para sus marcas Clarins y MyBlend, un sello que distingue a las empresas que se esfuerzan por generar un impacto positivo en el mundo.

Clarins obtiene la certificación B Corp para sus firmas Clarins y My Blend

Clarins y su marca myBlend se incorporan así a una comunidad que comparte una ambición común: demostrar que es posible conciliar éxito empresarial con compromiso ético. La obtención de este reconocimiento responde a un trabajo constante, riguroso y transversal que involucra todas las áreas de la compañía.

La noticia fue recibida con entusiasmo en la sede del grupo, como ha reconocido Virginie Courtin, directora general de Clarins, puesto que la certificación B Corp™ representa “un motivo de orgullo colectivo” que da sentido a años de esfuerzos y decisiones coherentes.

«Clarins, una empresa familiar desde hace tres generaciones, tiene plena conciencia de la importancia de la transmisión, y B Corp™ encaja perfectamente con esta convicción de que somos responsables de las generaciones futuras. Esta certificación refleja un compromiso profundamente arraigado en nuestra historia. Motivados como nunca por esta certificación, seguiremos innovando y buscando soluciones cada vez más positivas y regenerativas para avanzar hacia un modelo empresarial aún más responsable, a la altura de las expectativas de nuestros clientes, colaboradores y del planeta», ha manifestado la directiva.

Este es solo un logro simbólico. Las cifras y acciones que sustentan esta certificación son elocuentes:

Además, impulsa proyectos agrícolas biológicos y regenerativos y apuesta por la trazabilidad total de ingredientes mediante su plataforma blockchain Clarins T.R.U.S.T., que garantiza la transparencia de 230 productos y 125 ingredientes.

CLARINS OBTIENE LA CERTIFICACIÓN B CORP™

Cultivar belleza con conciencia

Desde su fundación en 1954 por Jacques Courtin, Clarins ha mantenido una relación estrecha con el mundo vegetal y el respeto por la naturaleza. Hoy, esa filosofía se traduce en proyectos tangibles: dos fincas dedicadas a la agricultura biológica y regenerativa, una hoja de ruta clara para que el 80 % de las plantas usadas en sus fórmulas sean orgánicas en 2025, y un objetivo ambicioso para 2030: que un tercio de los ingredientes botánicos provengan de sus propios cultivos sostenibles.

Además, la compañía ha apostado por la innovación tecnológica aplicada a la transparencia. La plataforma blockchain Clarins T.R.U.S.T. permite al consumidor rastrear el origen de cada ingrediente, un gesto que reafirma la confianza en la marca y su compromiso con la trazabilidad.

Más allá del producto: personas y sociedad

Clarins no solo pone el foco en el planeta, sino también en las personas. La empresa cuenta con un 62 % de mujeres en su alta dirección, un índice de igualdad de género de 94 sobre 100 en Francia, y mantiene relaciones responsables con sus proveedores, apoyando 23 cadenas de comercio justo.

En el plano social, las cifras también hablan: desde 2011, la compañía ha contribuido a la distribución de 45 millones de comidas escolares. Proyectos como el Premio Clarins por la Infancia o la Fundación Arthritis dan forma a un legado social que complementa su propuesta de valor.

Un compromiso que se renueva cada día

Obtener la certificación B Corp™ no es un punto de llegada, sino un punto de partida hacia una mejora continua. Clarins lo asume como un compromiso renovado, guiado por su propósito: “Hacer la vida más bella, transmitir un mundo más bello”.

 

Con presencia en más de 150 países y una posición líder en Europa en el segmento del cuidado de la piel, el grupo —dirigido por Jonathan Zrihen (CEO), Olivier Courtin y Virginie Courtin— sigue demostrando que el lujo y la sostenibilidad no son conceptos opuestos, sino aliados naturales en la construcción del futuro.