DKNY amplía su colección 24/7 con DKNY 24/7 Electric Eau de Parfum, una nueva fragancia femenina que toma como referencia el pulso de Nueva York después del anochecer. Concebida como una interpretación olfativa de la ciudad que nunca duerme, esta novedad se presenta como una propuesta vibrante y magnética, pensada para mujeres que viven a su propio ritmo.
Una fragancia floriental afrutada con ritmo urbano
Perteneciente a la familia floriental afrutada, DKNY 24/7 Electric Eau de Parfum ha sido creada por Laurent Le Guernec, vicepresidente de perfumería en IFF. La composición se articula como un recorrido olfativo que acompaña la transición de la ciudad desde el atardecer hasta la noche, combinando frescura, sensualidad y una estela persistente.
La fragancia se abre con una salida jugosa y luminosa, marcada por acordes afrutados que aportan una sensación inmediata de energía. A continuación, evoluciona hacia un corazón floral exuberante, que introduce una feminidad envolvente y sofisticada. Finalmente, el perfume se asienta sobre un fondo profundo y cálido, donde notas amaderadas, resinosas y almizcladas prolongan la estela y refuerzan su carácter nocturno.
Pirámide olfativa de DKNY 24/7 Electric
- Notas de salida: bergamota italiana, mandarina y mango fresco.
- Notas de corazón: absoluto de jazmín, pétalos de gardenia y azahar.
- Notas de fondo: resina de benjuí, absoluto de vainilla, sándalo, pachulí, notas musgosas, almizcle, incienso y papiro.
Fecha de lanzamiento: año 2025.
Un frasco icónico reinterpretado en clave eléctrica
El emblemático frasco reloj de arena de la línea DKNY 24/7 se reinterpreta en esta versión con un acabado magenta cromado, tanto en el vidrio como en el estuche. Este tratamiento visual refuerza el vínculo con la energía nocturna de Nueva York y convierte el envase en una pieza de fuerte impacto, alineada con el concepto urbano y contemporáneo de la fragancia.
La campaña de DKNY 24/7 Electric sitúa el frasco en un recorrido cinematográfico por un Nueva York reinterpretado en clave metálica. El perfume atraviesa un skyline cromado hasta llegar a Times Square, reflejando luces y edificios en su superficie. Este diálogo visual entre la ciudad y el frasco subraya la identidad de DKNY y su conexión con el ritmo incesante de la vida urbana.















