El nuevo aliado de Clarins para combatir este calor sofocante es una mascarilla y promete bajar la temperatura de la piel hasta 4 grados. Cryo-Flash Cream-Mask se basa en el poder de la crioterapia para reafirmar la piel proporcionando luminosidad y un efecto lifting inmediato. Además, se trata del primer producto de una nueva línea, Flash Solutions, inspirada en los tratamientos estéticos más punteros.

El poder del frío para prevenir el envejecimiento

Esta mascarilla surge de la constante investigación de Clarins en la prevención del envejecimiento, en este caso utilizando el frío, concretamente a través de un proceso natural conocido como «flash calcium«, que se refiere a la entrada rápida de calcio en las células. La exposición de la piel a una temperatura muy baja induce este proceso y es clave para renovación de los queratinocitos.

Con el paso del tiempo disminuye la presencia de calcio en la piel, lo que afecta a su función barrera y acelera el envejecimiento cutáneo. Para abordar este problema, los Laboratorios Clarins han desarrollado la Cryo-Starter Technology, que es resultado de la sinergia entre la ciencia y las plantas y que combina una crio-molécula M.G.A. con un extracto de onagra.

Densa y untuosa, su textura ultrasensorial se desliza por la piel como si de un hielo se tratara, ofreciendo a la piel un triple beneficio inmediato y duradero:

Para aprovechar todos sus beneficios basta con aplicar la mascarilla generosamente y dejarla actuar durante 10 minutos, evitando la zona del contorno de ojos. Además, Clarins ha creado un protocolo Spa de 60 minutos basado en Cryo-Flash Cream-Mask para proporcionar un frescor intenso, tensor y embellecedor. el resultado es que los contornos del rostro se redefinen y se reafirman, al tiempo que la textura de la piel se suaviza, otorgándole una sensación de confort.