Aplicar una crema específica no es suficiente para que la mirada tenga un aspecto joven y descansado, sino que agradece que se acompañe con un buen masaje que ayude a relajar la zona y a penetrar mejor los activos. Una de las formas más eficaces consiste en dar pequeños golpecitos con las yemas de los dedos alrededor de toda la cuenca. Siguiendo este movimiento, Foreo, la marca sueca especializada en aparatología de belleza, ha desarrollado Iris, un sofisticado masajeador.
La piel del contorno de los ojos tiene varias peculiaridades que hay que tener en cuenta cuando vamos a cuidarlos. Es extremadamente fina (nada menos que cinco veces más delicada que la del resto del cutis) y está sometida a movimientos constantes que causan las arrugas y las patas de gallo y hace que se noten más las venas que nutren la zona, responsables de las ojeras. Esto también influye en cómo hay que cuidarlos, ya que esa fragilidad exige que cualquier gesto, al desmaquillar o tratar, tenga efectos a largo plazo en su aspecto.
Teniendo en cuenta todos estos factores, Foreo ha creado Iris, un masajeador específico para esta zona del rostro, que se puede utilizar a diario y en todos los tipos de piel.
Alta tecnología
Iris utiliza una tecnología alterna que ejerce ligeras vibraciones sobre la piel, con dos masajes diferentes: Natural, que replica los toquecidos que se hacen con las yemas de los dedos; y Spa, que los acompaña con ligeras pulsaciones. Además, ambos se pueden modular hasta en ocho intensidades diferentes. Como resultado, mejora la circulación sanguínea, potencia la oxigenación de los tejidos y eso se refleja en menos arrugas, bolsas, ojeras y una mirada más relajada.
Otra de sus particuliaridades es que está fabricado en una suave silicona, no porosa, por lo que se puede usar solo o junto con la crema para el contorno de los ojos, y se limpia muy fácilmente, para evitar las bacterias. Y un detalle más a tener en cuenta: está disponible en tres colores pastel: Mint, Magenta y Petal Pink.
Así se usa
Iris se puede utilizar todos los días, mañana y noche. Se coloca primero sobre la zona inferior del hueso orbital, en la parte más próxima a la nariz, y se desliza hacia fuera. Luego se pasa al arco superior, por encima de la ceja, repitiendo el movimiento de dentro a fuera, Si queremos, se puede trabajar también por debajo de la ceja. Tiene un temporizador que indica cuando hay que cambiar de ojos. Y es de lo más rápido: con un minuto para los dos, basta.
Iris, de Foreo, PVPR 139 €