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Crisis de la lavanda en España: ¿peligra el futuro de este cultivo, clave para la perfumería?

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Crisis de la lavanda en España, sector aromáticas en España

Los aceites esenciales de lavanda y lavandín atraviesan una de sus peores crisis en España. La caída del 70 % en los precios, el impacto de la sequía, la competencia de un mercado global y de las alternativas sintéticas han encendido todas las alarmas. Profesionales e instituciones han debatido sobre el futuro de un cultivo que ha demostrado que tiene un valor económico, social y medioambiental.

El cultivo de la lavanda en peligro en España

El Comité de Asuntos Rurales del Instituto de la Ingeniería de España (IIE) junto con la Asociación Nacional Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales (ANIPAM) ha organizado una jornada en torno a la problemática que rodea a la lavanda: Perspectiva de Futuro del Sector de las Plantas Aromáticas y Medicinales. La Crisis de la Lavanda en España:

  • Apertura: La voz de los agricultores y transformadores, radiografía del sector a cargo de Abelardo Carrillo, presidente de ANIPAM.
  • Segundo bloque: Visión de la industria y el mercado. Participación de Jorge Miralles, experto acreditado en la Industria de Aromas y Fragancias; Joel Esteban, de Ultra International B.V., y Salomé Robbert, de NATAC.
  • Tercer bloque: Investigación e innovación. Participación de Lorena Zajara, CTAEX, coordinadora del Grupo operativo supra autonómico QDPAM; Juliana Navarro, investigadora del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), y Alex Ruiz, de Chromessences.
  • Debate: El papel de las administraciones públicas. Participación de la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad del MAPA, Ana Rodríguez; la viceconsejera de Política Agraria común y Políticas Agroambientales de la Junta de Castilla – La Mancha, Mariana de Gracia; el director general de Política Agraria Comunitaria de la Junta de Castilla y León, Ángel Gómez; y el secretario general de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia, Francisco González.

 

Hoy la lavanda está atravesando una crisis muy grande que puede llegar hasta la desaparición del sector. Detrás del glamour que puede haber tras las plantas aromáticas, hay una necesidad de rentabilidad. Esto ahora mismo no existe”, ha subrayado Abelardo Carrillo, presidente de ANIPAM, en su presentación.

El presidente de ANIPAM ha destacado que este cultivo se ha convertido en un sector industrial, aunque las referencias históricas de la lavanda vienen de procesos artesanales. “Hemos pasado de ser cultivadores ocasionales o recolectores de las plantas a ser una verdadera fuerza económica”, ha indicado.

Desde ANIPAM, se ha reivindicado el papel que el sector agrícola ha desempeñado como aliado esencial de la industria de la perfumería y la cosmética en España:  “Hemos sido aliados de la industria cuando hubo que defender ante la Comisión Europea las características saludables de nuestros compuestos. En esa defensa conjunta, aportamos con generosidad los valores intrínsecos de nuestra actividad: belleza natural, valor añadido, arraigo en el medio rural, empleo, proximidad y productos puros, sin alteración química”.

Sin embargo, el diálogo con la industria necesita renovarse. “Nos gustaría conocer la visión que desde el ámbito industrial se tiene sobre nuestro sector. Lamentamos que hoy no puedan acompañarnos, pero la invitación permanece abierta”, ha expresado Carrillo.

 

Los precios se hunden en el sector de la lavanda

La lavanda española atraviesa una coyuntura crítica. Desde hace cuatro años, el mercado de aceites esenciales naturales derivados de la lavanda y sus híbridos (principalmente, lavandín) sufre un hundimiento de precios sin precedentes, con descensos del 70 % que han paralizado la actividad comercial.

La apuesta por este cultivo surge en los años 70, cuando se aprecia que en la zona de La Alcarria se dan las condiciones óptimas para el cultivo de la lavanda, como sucede en la zona norte del Mediterráneo.  “La oportunidad para impulsar la lavanda se consideró avalada por el crecimiento mundial de la demanda industrial de productos de higiene, cosmética y perfumería, de la que es materia prima el aceite esencial puro y destilado”, ha recordado Carrillo.

Es a partir de 2010 cuando el cultivo industrial se ha expandido. “La existencia en España de una muy considerable estructura industrial del sector de la perfumería, favoreció la apuesta por la lavanda”, ha mencionado.

 

Un conjunto de problemáticas

La superficie dedicada al cultivo de plantas aromáticas, medicinales y condimentarias alcanzó en 2024 las 21.240 hectáreas en España. De ellas, más de 9.400 corresponden a lavanda y lavandín. Sin embargo, más del 30 % de esa superficie se ha visto afectada por la sequía en los últimos años. Pese a ello, el sector ha quedado fuera de los planes estatales de ayuda por sequía.

Castilla-La Mancha lidera la producción nacional, con más del 51 % de la superficie cultivada, seguida de Castilla y León y la Región de Murcia. A pesar de este liderazgo, el cultivo se encuentra desprotegido frente al avance de otros países productores.

Aunque el Covid supuso una situación complicada para el cultivo, la sorpresa del sector agrícola vino después, ha relatado Carrillo, “cuando levantadas las restricciones y disparado el consumo de perfumería”, el mercado de los aceites puros y naturales continúa en declive. “Tras cuatro años de ausencia de transacciones comerciales significativas el sector agrícola se encuentra en una situación absolutamente crítica”, ha enfatizado

Hay que tener en cuenta que popularización global de la aromaterapia durante los años previos al Covid-19 llevó a una expansión incontrolada de la producción de lavanda. Muchas de estas plantaciones, especialmente en el este de Europa, fueron motivadas por el efecto moda más que por una planificación industrial a largo plazo. El resultado ha sido una sobreoferta en el mercado internacional y una caída drástica en los precios

En paralelo, la lavanda y el lavandín han perdido protagonismo en la perfumería contemporánea, desplazados por notas más exóticas y gourmands que lideran actualmente las tendencias olfativas incluso en productos básicos como jabones o suavizantes, donde la fragancia es protagonista y, en muchas ocasiones, determinante para la compra.

 

Sintéticos en expansión

La presión de costes y la necesidad de un estándar para las grandes casas que producen fragancias ha favorecido el auge de alternativas sintéticas a los aceites esenciales. En el caso de la lavanda, se emplean moléculas como el linalool o el acetato de linalilo que se obtienen hoy de forma sintética, con resultados olfativos aceptables y a bajo coste.

Según datos sectoriales, aproximadamente el 70 % de las materias primas utilizadas en perfumería son de origen sintético, frente al 30 % natural. Este equilibrio responde tanto a razones económicas como regulatorias: muchas materias naturales tienen un coste elevado, presentan riesgos de alergia o inestabilidad y están sujetas a estrictos controles por parte de organismos como IFRA.

Pese a representar solo entre el 0,1 y el 0,2 % de la fórmula de un producto cosmético, la fragancia suele ser decisiva en la experiencia de compra. En este contexto, los aceites esenciales naturales aportan autenticidad, pero tienen dificultades para competir frente a la estandarización industrial de las fragancias.

La cuestión de la transparencia es clave: “Si en alimentación o textil se indica el contenido natural del producto, ¿por qué no exigir lo mismo en los cosméticos que aplicamos sobre nuestra piel? Es necesario diferenciar entre lo natural y lo sintético”, matiza Carrillo.

 

Revalorización del cultivo de la lavanda

El sector reclama medidas urgentes: regulación del etiquetado que distinga claramente entre esencias naturales y sintéticas, y apoyo institucional para fortalecer la marca España, al igual que ocurre con Francia.

No queremos vivir de subvenciones. Somos empresarios que producimos belleza y naturaleza, alineados con el Pacto Verde. No pedimos dinero público, pedimos que una parte de la riqueza que generamos revierta en nuestro propio sector”, ha defendido Carrillo.

Los expertos insisten, también, en que los aceites esenciales naturales poseen propiedades aún no suficientemente aprovechadas en ámbitos como la salud humana. Su valor no reside solo en la tradición, sino en el potencial que aún tienen por explorar: capacidades bionaturales, alimentación animal, aliado de la salud humana. El mensaje es claro: si el consumidor valora lo natural y lo próximo, debe poder identificarlo.

La esperanza del sector está puesta en la investigación. Es en ese terreno —alimentación animal, salud humana, aplicaciones bionaturales— donde las ayudas públicas podrían tener mayor retorno, y donde el aceite esencial natural podría encontrar nuevas vías de desarrollo industrial y social.

 

 

 

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