Jeremy Scott, director creativo de Moschino, es el autor de este osito de peluche de verdad que contiene en su interior una fragancia de verdad. Con Toy, el siempre controvertido diseñador ha querido romper los esquemas de la perfumería actual reseteando los códigos visuales, dando un vuelco al packaging. «Quería llevar la fragancia más allá del aspecto que debe tener un perfume o cómo tiene que ser el envase», comenta Scott de la que es su primera fragancia para Moschino.
Por lo visto, Scott y el fundador de la casa, Franco Moschino, están unidos por la pasión hacia los ositos de peluche. Allá por 1988, Moschino cubrió con peluches los abrigos, los vestidos y los sombreros de su colección, mientras que Scott los utilizó para decorar unas zapatillas de Adidas en 2008. Ahora ha recurrido a esta figura para revolucionar la presentación del producto.
Vestido con una camiseta donde se lee «Esto no es un juguete de Moschino», el osito encierra un jugo a base de mandarina, cardamomo y bergamota, que evoluciona a un corazón de lavanda, pétalos de violeta y espino blanco, y reposa sobre un fondo de sándalo, vainilla, musgo de árbol de montaña y acacia. Se presenta dentro de una caja de juguete muy realista. La fragancia se ha comercializado de forma exlusiva en los almacenes Harrods de Londres entre el 9 y el 23 de noviembre.
En España está disponible desde el 10 de diciembre en puertas seleccionadas de Douglas y los centros de Castellana, Cataluña y Marbella de El Corte Inglés.