#BeautyLovers, hoy Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel nos ponemos serias para hablar sobre protección solar y prevención del cáncer de piel, el más frecuente en todo el mundo. Aunque es cierto que cada vez estamos más concienciados sobre los riesgos que entraña la exposición solar, debemos ser todavía más rigurosos, ya que los diagnósticos de cáncer de piel siguen en aumento.
El sol proporciona muchos beneficios a nuestro organismo, pero, como todo en esta vida, en su justa medida y con las precauciones adecuadas porque si no nos protegemos debidamente, estaremos expuestos, no sólo a la aparición prematura de arrugas y manchas, sino que aumentará considerablemente el riesgo de sufrir un cáncer de piel. La información que hoy os proporcionamos la podéis encontrar mucho más ampliada en la página web de Euromelanoma, la campaña europea sobre prevención, diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer de piel.
¿Quiénes tienen mayor riesgo bajo el sol?
-Las personas de piel clara y los niños.
-Aquellos que ya hayan sufrido quemaduras solares (en la infancia o de adultos).
-Los que pasan mucho tiempo al sol, por ocio o trabajo.
-Quienes utilizan cabinas de bronceado.
-Las personas que tienen más de 50 lunares en todo el cuerpo.
-Quienes tengan un familiar que haya padecido cáncer de piel.
-Las personas mayores de 50 años.
-Aquellos a los que se les haya realizado un transplante de órganos.
Exposición solar responsable
Cada vez somos más las personas que tomamos el sol de manera responsable, lo indican las cifras de venta de solares, que no paran de crecer… Pero los expertos alertan de que la fotoprotección no sólo debe adoptarse cuando vayamos a exponernos al sol de manera deliberada. Por ejemplo, en vacaciones o cuando vamos a pasar el día a la piscina o al campo. La protección solar debe ser constante a lo largo de todo el año. Vamos, que debemos aplicarnos protector solar cuando salgamos a pasear, al parque con los niños o cuando realicemos un trabajo que implique pasar mucho tiempo en exteriores. Y esto lo debemos hacer ya sea invierno o verano.
Tomamos medidas
-Evitar la exposición solar intensa y directa.
-Evitar las horas de mayor intensidad solar: entre las 11:00 y las 15:00.
-Aplicarnos cremas solares con SPF alto (entre 30 y 50), que nos protejan de los rayos UVA y UVB.
-Aplicar el fotoprotector media hora antes de la exposición solar, que es cuando empieza a hacer efecto, y reaplicar cada dos horas.
-Los rayos UV se reflejan, por lo que también hay que aplicarse crema protectora cuando estemos a la sombra.
-Protegernos del sol con ropa, mejor si tiene protección UV, y con sombreros y gafas de sol.
-Evitar aplicarnos perfumes y ciertos cosméticos que pueden causar reacciones alérgicas o favorecer la aparición de manchas solares.
Debemos ser aún más rigurosos con estas recomendaciones cuando se trata de proteger a bebés y niños, ya que su piel es muy vulnerable y el riesgo de desarrollar un cáncer aumenta notablemente si se sufren quemaduras en la infancia. La mejor medida es alejarlos del sol y, si no es posible, evitar exponerlos en las horas centrales del día. Además, los bebés menores de 6 meses no deben recibir sol directo, ni con protección solar, ya que hasta esa edad no se recomienda la aplicación de cremas solares porque su piel todavía no tiene activa la función barrera.