El packaging juega un papel crucial en la huella ambiental de la industria cosmética, ya que tiene un gran impacto en el ciclo de vida de los productos. Resolver la ecuación entre sostenibilidad y diseño es un desafío para los fabricantes, que deben satisfacer las expectativas de los consumidores en cuanto a estética y funcionalidad, al tiempo que reducen el impacto ambiental. La industria se reúne en torno a proyectos comunitarios que permitan avances significativos para lograr un packaging sostenible en cosmética, ajustado a los estándares fijados por las nuevas normativas europeas.
Objetivo: packaging sostenible en cosmética
La estrategia europea de economía circular tiene como objetivo que en 2030 todos los envases de plástico sean reutilizables o fácilmente reciclables. También existen requisitos mínimos para el contenido reciclado en envases de plástico. En este sentido, Feeling Innovation by Stanpa, junto con los centros tecnológicos AINIA y AIMPLAS, señalan cuatro retos principales que dificultan el correcto reciclaje de los envases: envases multicomponente, envases multimaterial, obstáculos entre estética y reciclabilidad y tamaño del envase.
Materiales reciclados viables
«Estamos trabajando para transformar todo nuestro portafolio para que sea reciclable, rellenable o biodegradable para 2030», explica Anne-Laure Khouri, Category Manager Makeup de Quadpack. La compañía ofrece ya soluciones con monomateriales, fabricadas con plásticos reciclables como PET, PP y madera de bosques certificados. «Muchas de nuestras soluciones pueden incluir contenido reciclado posconsumo (PCR)», precisa Khouri. Además, la empresa publica informes ambientales para cada uno de sus productos, basados en evaluaciones integrales del ciclo de vida, para facilitar a sus clientes el cálculo del impacto ambiental.
En el caso de Faca Packaging, David Mata-mala, Marketing & Communication, señala que han expandido la oferta de productos con materiales PET y RPET. «El PET, al ser ligero y 100% reciclable, es una excelente opción, mientras que el RPET, fabricado a partir de plástico reciclado, reduce la necesidad de utilizar plásticos vírgenes», matiza.
Desde AINIA, Luis Gil Vicente, de la Unidad de Desarrollo de Negocio, también valora el PET y RPET como dos opciones interesantes para la industria cosmética, pero hay otros materiales que todavía están en estudio. «El gran reto es adaptar el reciclado mecánico del PP y PE (poliolefinas) a los requerimientos del sector cosmético, trabajando con un material de calidad y trazable», matiza.
Biomateriales, si son fácilmente compostables
«Cuando hablamos de biopolímeros deberíamos referirnos a materiales que son compostables y, por tanto, que los podamos depositar en el contenedor marrón (materia orgánica). Estos materiales han de cumplir la UNE13432. Es importante este punto, ya que ciertos materiales que podemos ver como naturales como la madera o el bambú, realmente no forman compost en el tiempo establecido y por tanto no se pueden recuperar», especifica Gil Vicente. Además, hay que tener en cuenta que los envases pueden contener restos de producto y su limpieza antes del reciclado es inviable, señala el experto, lo que supone una contrariedad.
Esto sitúa a los envases monomateriales como mejores candidatos para un reciclaje óptimo, al menos, hasta el momento.
Avances en ecodiseño
El pasado mes de junio se publicó el Reglamento de Ecodiseño para Productos Sostenibles (ESPR EU 2024/1781) que establece un nuevo marco legal y nuevos requisitos de sostenibilidad e información para el consumidor, así como un pasaporte digital de producto.
El nuevo Reglamento contempla un sistema de clasificación para evaluar la reciclabilidad de los envases basado en el diseño, los sistemas de gestión y las tecnologías de reciclado. Esta estrategia permite una evaluación más precisa del impacto ambiental de cada tipo de envase, diferenciando entre niveles de reciclabilidad según los materiales utilizados y su capacidad para ser reciclados eficientemente. Además, fomenta el diseño de envases más sostenibles, promoviendo los que cumplan con los umbrales establecidos para facilitar su reciclado y reducir el impacto ambiental. Esto incluye la utilización de monomateriales y la eliminación de tintas y adhesivos más contaminantes.
«Las principales innovaciones en los envases monomateriales vienen, según nuestra experiencia, en el diseño de las distintas bombas que se emplean para la pulverización, o en los sistemas de dosificación. Estos se están simplificando, eliminando partes metálicas y evitando el uso de distintos materiales», relata Gil Vicente. Desde Quadpack señalan que el diseño monomaterial es clave para facilitar el reciclaje, eliminando la necesidad de desmontar un envase al final de su vida útil. También es válido para plásticos de la misma familia, que se pueden reciclar juntos como PET y PP, por ejemplo.
La compañía tiene en cuenta la premisa sostenible sin dejar a un lado el diseño, aspecto en el que destaca combinando diferentes técnicas de decoración, desde barnices lisos que muestran la veta de la madera hasta lacados brillantes que no afectan al impacto medioambiental del producto. «Nuestra técnica de estampación en caliente de cobertura completa es la alternativa perfecta para la metalización sin disolventes y con bajas emisiones», destaca Anne-Laure Khouri.
La reutilización, ¿una alternativa viable?
La reutilización es una opción impulsada por la Comisión Europea, explica Gil Vicente. «Junto a las ventajas medioambientales, los envases reutilizables mejoran la imagen de marca y fidelizan al consumidor, ya que este repite la compra de producto», sostiene y puntualiza que esta opción requiere cuidar especialmente la fase de diseño.
En lo que coincide Anne-Laure Khouri, que señala que los envases deben tener un aspecto premium para que los consumidores estén dispuestos a comprar recargas en lugar de un producto nuevo.
«Los formatos de recarga también presentan desafíos logísticos y de almacenamiento para las marcas y los minoristas», expone como hándicaps adicionales. Como proveedor de soluciones de envasado, Quadpack cuenta con diseños pensados para el refill, como el que ha presentado en la última feria Luxe Pack Monaco, celebrada entre el 30 de septiembre y el 2 de octubre.
El nuevo tarro Arena es un envase fabricado en PET que se puede rellenar fácilmente. «La recarga solo funciona si no supone ningún problema y eso es exactamente lo que ofrece Arena», afirma Karen Merchán, directora de categoría de cuidado de la piel de Quadpack. “Gracias a su ingeniosa muesca en el borde, no es necesario introducir los dedos en el tarro para sacarlo. Además, no se resbala y se mantienen los dedos limpios. Es una característica sencilla pero muy funcional que caracteriza el diseño de Arena”, precisa Merchán.
Sirva también como ejemplo de opción rellenable la línea Euphoria, de Berlin Packaging, una colección de frascos de vidrio con recambios en tamaños de 30 ml, 50 ml y 100 ml que se presentan en combinación con un set de recarga.
En la categoría de fragancias ya es frecuente ver frascos con cuello de rosca y envases de recarga que permiten rellenar el perfume de manera fácil y segura. Es un reto que L’Oréal Lujo ha adquirido como compromiso en su programa de sostenibilidad L’Oréal for the Future que tiene como objetivo, que los formatos recargables representen el 10% a finales de este año y que sean el 30% en 2025.
«El impulso de estos formatos supondrá un ahorro sustancial de recursos de un 43% de vidrio, 67% de metales, 21% de plástico y 16% de papel», ha informado la compañía. La española Puig también ofrece recarga en algunos de sus perfumes, como es el caso de los top ventas Good Girl y Bad Boy, de Carolina Herrera, que cuentan con opciones de rellenado desde 2023.
Cultura de cooperación
En su informe 2024, Hispack, salón centrado en el sector del packaging y la logística, señala que se precisa de una nueva cultura de cooperación entre marcas y proveedores para abordar el reto de la innovación sostenible en la industria.
Es necesario crear un modelo y una práctica para el conjunto de las industrias que permita alcanzar objetivos en este sentido. Es lo que se propone Feeling Innovation by Stanpa: “Es necesario innovar en nuevos recursos que permitan a las empresas garantizar la funcionalidad del envase a la vez que atienden las demandas del consumidor de productos más sostenibles, manteniendo su identidad de marca y el rigor en base a la exigente regulación actual, todo ello minimizando su huella ambiental”, apunta Susana Arranz, directora de innovación de dicha entidad.
El consumidor, parte implicada para lograr el cambio
No nos podemos olvidar del papel del consumidor, de cuya actitud depende que los planes de sostenibilidad sean realmente eficientes, gracias a su colaboración. ¿Está realmente preparado para facilitar el reciclaje y compostaje?
El sector debe asumir su responsabilidad y educar sobre buenas prácticas para el reciclaje. Esto supone costes, pero fortalece la imagen de marca y contribuye a generar un impacto positivo. No es una cuestión para pasar por alto, ya que, como señala Mintel en su informe Global Outlook on Sustainability, estamos viviendo una «crisis de confianza ecológica».
A nivel mundial, el número de consumidores que cree que todavía podemos salvar el planeta se ha reducido del 55% al 48%. Y ese temor se está traduciendo en una pérdida de confianza sobre las marcas, ya que crece el escepticismo sobre el compromiso medioambiental de las marcas. De hecho, el 35% de los encuestados por Mintel afirma…
Extracto del reportaje publicado en el número 97 de la edición en papel de NewsFragancias, suscríbase para leer el reportaje completo (newsfragancias@newsfragancias.com)
Feeling Innovation by Stanpa, AIMPLAS y AINIA presentan soluciones de packaging sostenible
Ingredientes cosméticos en tendencia: el consumidor elige eficacia
