La Unión Europea prohibió el pasado 17 de enero las prácticas de Greenwashing (marketing que crea una falsa percepción sobre el enfoque ecológico de un producto) y las reacciones de algunas asociaciones del sector de la cosmética y las fragancias no se han hecho esperar manifestando disconformidad sobre algunos puntos. Terminar con las etiquetas que subrayan la naturalidad de los productos en los envases podría limitar la innovación del sector, según portavoces de la industria.
¿Qué supone la prohibición del Greenwashing?
La prohibición del Greenwashing por parte de la Unión Europea comprende la prohibición de algunos términos que se han generalizado en la comunicación de las marcas para enfatizar su posicionamiento ecológico o sostenible, como por ejempo:
- Respetuoso con el medio ambiente.
- Natural.
- Biodegradable.
- Climáticamente neutro.
- Eco.
Además, la nueva ley prohíbe alegaciones que se refieran a que el producto tiene un impacto positivo sobre la huella de carbono y prohíbe, también, las etiquetas de sostenibilidad que no se basen en certificaciones aprobadas o establecidas por autoridades públicas.
Las empresas tendrán hasta 2026 para realizar los ajustes necesarios para cumplir con la nueva normativa.
Una nueva etapa para los sellos de certificación natural
Hasta ahora, las marcas de cosmética y fragancias que querían subrayar su compromiso con el medio ambiente podían recurrir a entidades privadas que conceden sellos que certifican que el producto cumple determinadas condiciones. Algunas de estas etiquetas se han vuelto tan populares que a ojos de los consumidores se han convertido en un estándar de confianza. Pero la Unión Europea va más allá, ya que la nueva legislación contra el Greenwashing regulará el uso de estas etiquetas de sostenibilidad.
La proliferación de sellos «verdes» para cuya concesión no se emplean referencias homogéneas, ha animado a la Unión Europea a apostar por un sistema de certificación oficial o gestionado por autoridades públicas.
Esta medida ha recibido críticas por parte de algunos organismos de la industria, como IFRA (The International Fragrance Association) y Cosmetics Europe. Hasta 12 asociaciones han firmado un comunicado conjunto en el que expresan su disconformidad a la prohibición de los reclamos verdes.
En el caso concreto de los reclamos «natural» y «orgánico» de los cosméticos, la enmienda de la Unión Europea limitaría los claims en los productos que contengan sustancias «peligrosas». Pero, según estas asociaciones, algunos de los ingredientes de fragancias naturales utilizados de forma segura en cosmética podrían contener sustancias intrínsecamente peligrosas, aunque seguras para salud humana y el medio ambiente. Tal y como está ahora redactada la enmienda 60 de la Unión Europea, no podrían optar a un sello verde aquellos productos que contengan impurezas o trazas de sustancias peligrosas.
Los firmantes del comunicado subrayan que, incluso las sustancias naturales complejas (aceites esenciales), podrían llegar a clasificarse como peligrosas de manera injustificada: «Nos gustaría recordar a las autoridades que, incluso si una sustancia fuera peligrosa, sus riesgos podrían ser gestionados, controlados y utilizados adecuadamente en productos de consumo sin provocar efectos adversos sobre la salud humana o el medio ambiente. En consecuencia, esto no debería impedir el uso de declaraciones respetuosas con el medio ambiente, siempre que estén debidamente justificadas y cumplan con la GCD. Algunas sustancias pueden clasificarse como peligrosas pero, de hecho, son facilitadores clave de la sostenibilidad. Ejemplo: la mayoría de las Sustancias Naturales Complejas (NCS) extraídas de plantas o partes de plantas contienen sustancias que tienen propiedades intrínsecas peligrosas«.
Estas entidades solicitan a la Unión Europea que aclare las referencias que deben alinearse para cumplir con los criterios ecológicos que apoya: «Los umbrales propuestos en el GCD plantean preocupaciones, por ejemplo, sobre innovaciones en productos de cuidado del hogar o champús seco, que reducen el uso de agua y las emisiones de CO2, al tiempo que se presentan en envases sostenibles, que podrían verse afectados negativamente. Estos productos tienen una mayor concentración de ingredientes químicos y, probablemente, no contarían con la aprobación, a pesar de sus beneficios ambientales».
Enmienda 60 de la Unión Europea, Greenwashing
Se prohibirán las declaraciones ambientales explícitas para productos que contengan sustancias o preparados/mezclas que cumplen los criterios de clasificación como tóxicos, peligrosos para el medio ambiente, cancerígeno, mutagénico o tóxico para la reproducción (CMR), provocando alteraciones endocrinas, alteración de la salud humana o del medio ambiente, persistente, bioacumulativa y tóxica (PBT), muy persistente, muy bioacumulativo (vPvB), persistente, móvil y tóxico (PMT), o muy persistente, muy móviles (vPvM).